23.8.09

(fin)gir

Creí que era tema superado. Creí que volver a verlo iba a darme igual, o que si me afectaba iba a poder manejarlo. Que mis emociones iban a estar controladas, que mi corazón o lo que miérda fuera iba a manejar cualquier instinto de ese sentimiento maldito que no puede ser amor.
Estaba un poco equivocada. Sólo un poco. Manejé mis emociones, mis sensaciones, mis ganas de dar y expresar el "amor" que tengo adentro. Pero las sentí más fuertes que nunca, me llenaron el alma y me asfixiaron. Eso pasó. Me asfixié pero aún así no solté todo. Tuve voluntad, usé la cabeza. Pero los sentimientos siguen estando ahí, igual o más radiantes que siempre. Esperando la oportunidad para escaparse y arruinar todo lo que me está costando esto de fingir que no me pasa nada. Porque lo que hago no es más que eso, fingir, fingir y seguir fingiendo.

10.8.09

Otra vez

Parece que otra vez. Otra vez el vacío en el alma, la falta de incentivo, el vivir por cumplimiento. Otra vez. Está empezando de vuelta un ciclo que va a durar hasta que terminen las clases. Con la llegada del calor voy a creer que fue un ciclo más corto ésta vez, pero voy a estar equivocada. El calor va a ser un factor más que me asfixie. Hoy estoy sintiendo que empieza esa etapa en la que mis remos no alcanzan. Parece que otra vez voy a necesitar que alguien reme conmigo, y otra vez todos van a estar ocupados por que su barco no se frene o retroceda. Otra vez ésta etapa en la que a todos debe importarle sólo uno mismo, porque si no los vientos van a terminar perjudicando sus rutas marítimas y no llegarán a destino. Otra vez cada estupidez va a hacerme llorar, y también cada estupidez va a hacerme reir, inclusive puede ser la misma estupidez la que me lleva a los dos extremos. Otra vez sólo voy a vivir extremos. Del llanto a la risa, del amor al odio, de la alegría a la tristeza. De sentirme totalmente muerta a sentirme más viva que nunca, plena y radiante. Otra vez voy a discutir todo el tiempo con mamá y con papá, otra vez voy a pelear a muerte y después irme corriendo llorando tratando de evitar que me vean.
Puede sonar un poco pesimista, pero no. Es simplemente un autoaviso sincero. Quiero tomar consciencia de que otra vez se vienen tiempos difíciles. Más de lo que mi cuerpo, mente y alma parecen poder soportar.
Pero sí. Al final, con un poco de música sentida en cada uno de los extremos vividos y otro poco de incentivo gesellino, otra vez voy a poder salvarme de los rayos y las tormentas.

1.8.09

basta de sapos

Me encanta la fiesta. Salir de noche, conocer gente. Chicos, más que nada. Estar con mis amigas y cagarnos de risa. Boludear personas, mentirles. Inventar personajes, seducir muchachos. Mentir con la edad y la nacionalidad. Fingir que soy muda. Divertirme pero seriamente, darme vuelta y reirme a carcajadas con mis amigas.
Un chico se me acerca. Me gusta, "está bueno". Después de un rato largo de charla amistosa, primero y después histeriqueo inteligente, le permito darme un beso. Pasan unos segundos y me aburro. No siento nada. No me moviliza nada dentro mío. Meto una excusa y me voy. El chico me persigue. Me dice cosas re lindas, que soy una mina distinta, que se da cuenta que soy simpática e inteligente, que aparte soy linda. Que conmigo se divirtió. Que soy hiper graciosa, que soy diferente a todas. Chamuyo, le digo. Insiste que no. Que es en serio, que si aceptaría algún día ir a tomar una coca. No quiero mentirle y le digo que no sé. Mis amigas me esperan, nos vamos a ir de la fiesta. Le digo que me tengo que ir. Me pide otro beso y yo no tengo ganas. Le digo que chau, que me voy. Me dice que le prometa que vamos a ir a tomar una coca. Le digo que no quiero prometerle cosas que no voy a cumplir, que no sé. Me encaja un beso algo violento y me voy.
No me puse a pensar en el tema mientras caminabamos a la parada del 152, ni mientras nos bajábamos de él. Tampoco mientras esperaba el 141, ni cuando estábamos encima. En esos momentos seguí riéndome como siempre con mis amigas. Recordando momentos hiper graciosos de la noche, picardías de pendejas de quince años.
Pero antes de dormirme, cuando ya le estaba permitiendo a mi conciente descansar y dejar ser al inconciente, en ese momento de transición, sufrí. Y pensé. Me di cuenta que un beso de un extraño, por más tierno que sea, no me satisface emocionalmente. Que me deja vacía así como estoy, que no me llena. En cambio un beso con alguien por quien sentís cosas, alguien que te mueve el piso, alguien que querés y que estás contando los días para verlo, te llena el alma, el corazón, la panza, todo. Te complementa, te reconstruye. Te hace sentir pleno.
Ahora la cuestión es encontrar a alguien que me haga sentir así. Seguiré besando sapos, en ese caso.

follow me

4 8 15 16 23 42