29.4.09

el mal de la época

"Después de mucho intentarlo, abrí los ojos. Estaba rodeado de cables, todo enchufado, encerrado en cuatro paredes blancas como la cal. Y si bien mis sentidos estaban totalmente perdidos e inútiles, olía a hospital. Ese olor imposible de describir con palabras, a médico, a clínica, a familias que lloran por aquellos que no despiertan, a medicinas vencidas. Más que un olor; un clima, una sensación imposible de ignorar.
Apenas abrí los ojos pude ver (aunque de manera poco clara) a una mujer degradada que me miraba. Llevaba un barbijo y sus ojos eran tristes. No entiendo cómo, aún con mi lamentable estado, pude precibir ésto último. Pero era, como el olor a hospital, imposible de negar.
- ¡Juan! ¡Juan! - exclamó éste ser. Y comenzó a llorar.
Se acercó a mí y me quedé helado. Conocía a esa persona más que a mi mismo. Era mi hermana. O había viajado en el tiempo, o algo había pasado. Pero su aspecto era horrible.
Al instante entró un médico (lease: hombre vestido de blanco o celeste que sabe o finge saber salvar vidas) y alejó, violentamente, a Ludmila de mí. El doctor también llevaba un barbijo. Echó a mi hermana de la habitación y me inyectó distintas sustancias que yo, al no tener noción de nada relacionado con la medicina, no supe saber qué era ni qué efectos tenía. Lo único que sé es que me dormí, pero entre sueños, escuché algunos comentarios a mi alrededor:
- No vuelva a acercarse, señorita...
- Pero es mi hermano... por favor
- No se acerque o tendremos que prohibir las visitas. Y no se saque el barbijo por ningúna razón.
Tuve algunos sueños confusos. No pude recordar ninguno, pero todos me hicieron sentir una tristeza extrema. Una desesperanza difícil de explicar con palabras.
Tiempo después (no podría precisar si fueron minutos, horas o días), volví a abrir los ojos, con más (mucho más) esfuerzo que la vez anterior. Sólo se encontraba una enfermera en la habitación. Llevaba algo así como un barbijo gigante que le abarcaba la nariz y la boca.
- ¿Qué me pasó? - pregunté con las pocas fuerzas que tenía.
Me sorprendió escucharme. Tenía la voz cambiada, tomada, débil.
- Ahora voy a llamar al doctor para que le explique.
Esperé con ansiedad y molestia. Sentía el cuerpo cansado pero aún así, después de unos minutos, decidí incoporarme para ver si había algún indicio que indicase por qué estaba ahí, o qué estaba pasando. No recordaba qué era lo último que había vivido antes de que me internen.
Entró el médico rápidamente y me inyectó un tranquilizante. No me explicó nada a pesar de mis quejas. Quedé dormido al instante. Pero, lamentablemente, escuché algunas cosas. A partir de ahí, cambió mi vida para siempre. O mi muerte. Sólo puedo recordar palabras, extractos. Inconciente y con los ojos cerrados, pude llegar a distintas conclusiones. Me estaba muriendo por la gripe porcina. Hacía un año que estaba internado, en coma, totalmente dormido. Me dopaban porque mi caso era mortal. Me había infectado en mayo del 2009, estaba en abril del 2010. Había muerto un quinto de la población argentina a partir de mayo del año anterior. Sólo un décimo de la población restante estaba sana. Con riesgos enormes de infectarse. El número restante estaba como yo. Muriendo. En coma. Sin saber qué pasaba. En toda américa latina había millones y millones de muertos, y más aún de infectados, a-punto-de. En otros continentes no aceptaban inmigrantes. Era endentible: estarían matándose a sí mismos. Los gobernantes y sus familias habían logrado huir del continente. Claro, ellos tenían contactos y podían. Era una anarquía con un virus dando vueltas. Un virus terrible. Todo era un descontrol. Si no me hubiera muerto a las pocas semanas de enterarme de todo lo que sucedía, aún habiendo sido alguien que amaba la vida, creo que me hubiera suicidado."

Un divague que escribí en la clase de geografía. Pero creo que tenemos que concientizarnos, todos podemos poner un poquito para que ésto que por ahora es algo que "todavía no llegó" (en teoría), no llegue de verdad. Salud para todos.

28.4.09

(me)ntiras

Tengo simplemente ganas de escribir. Sin un por qué, sin una razón. Ganas de aburrirlos una vez más con los delirios de cualquiera. Nada original, nada nuevo. Nada que a ustedes no les pase.
Me genera diversión esto de hablar a un público inexistente. Okey, tengo tres seguidores! Bien, uno de ellos soy yo. Por lo menos dos personas leyeron mi blog. Bien. Entonces si existe. Pero es escaso. ¡OJO! Si hice este blog no es para que muchos se diviertan, ni para un gran público, ni para hacerme famosa. Es simplemente para expresarme. Si tuviera una sóla seguidora y esa fuera yo, estaría contenta también. Me reiría, y me estoy riendo en éste momento. Soy tan incoherente. ¿Para qué subo a un sitio de internet todo lo que me pasa cuando teoricamente lo hago para mí misma y porque yo quiero? Un diario íntimo sería más privado. O un simple cuadernito, no hace falta que tenga ni candado ni llave (convengamos que al lado de un blog, todo es más personal e íntimo). Pero las cosas simplemente se dan y se dieron. Y acá estoy, en unaequis.blogspot.com, divagando sobre temas sin sentido, sin saber qué escribir pero sabiendo que: quiero escribir. Cuando escribo me siento mejor. Siento que hay algo que hago bien. Por lo menos ésa es la sensación que me da. Dejando a un lado cuando releo y digo: flasheé cualquiera. No importa. El momento éste de teclear cada letra me hace sentir que soy alguien importante, que a todos les interesa leer lo que escribo, que tengo muchas cosas para decir y sé expresarlas correctamente. Exactamente. Me hace sentir que soy especial. Lo que ya sé perfectamente que no soy. Pero... ¿por qué no mentirme un ratito más?

27.4.09

A veces me parece que soy rara. Otras creo que ésto les pasa a todos. Sólo quiero contarlo. Total, acá soy X. Hay distintos olores, climas, ambientes, sonidos, canciones y hasta tactos que me transmiten felicidad, bienestar, amor, paz. Que todo eso existe. Que no se puede estar mejor. Otras veces me recuerda mi infancia. Exactamente la misma sensación, que se puede ser cien porciento feliz, que el amor verdadero existe, que los buenos ganan y los malos pierden. En este momento me gustaría que pudieran estar disfrutando como yo Im Yours de Jason Mraz. Lo pondría en el blog pero sinceramente no sé cómo. Tampoco me importa. Bájenlo y escuchen. Ese tipo de canciones.. Fíjense qué sienten. Cuéntenme. ¿Soy yo o les pasa a todos? Igual no me va a cambiar. Yo escucho eso y soy feliz. Escucho eso y otra vez creo que todo puede ser rosa. Y cuando el Winamp llega a los cinco minutos treinta y ocho, caigo a la tierra. Sí, duele un poquito. Pero ese ratito iluso fue mejor que cualquier caída dolorosa.

25.4.09

viernes sin salir

Suelo sacarle la magia a las cosas. Y esta vez no va a ser la excepción. Bah, magia. ¿A quién le importa por qué mis comentarios se llaman "viernes sin salir"? A nadie, a mí tampoco demasiado, para serles sincera. Ayer, viernes a la noche, empecé este blog esperando tener un lugar donde expresarme. Y les voy a decir otra verdad: ya tengo otro, donde hay fotos mías, cantidad innumerable de textos, donde también está mi nombre. Y me di cuenta que me sentía presa en mi blog. Por ser yo la que firmaba. No x, si no yo. La personita que está atrás del monitor, la dueña de los dedos que no paran de teclear. Con nombre y apellido. Es horrible la sensación, pero siento que así voy a poder expresarme libremente. En mi otro blog, teóricamente también lo hago. Pero no. Me limito porque todos saben que soy yo la que escribe. Una vez más siento pena por mí. Papá me diría: ¿te da verguenza destacarte en algo? No, no me da verguenza. Me da un algo raro. Porque ya el simple hecho de contar experiencias personales, sentimientos, dolores y alegrías; en un sitio de internet, que es algo cien porciento superficial, me hace sentir una idiota. Entonces hice este espacio. Donde puedo ser yo misma (o casi, ser x es una máscara donde puedo decir y hacer lo que quiera sin que nadie me juzgue). Me desvié del tema como siempre. 0 viernes sin salir, 1 viernes sin salir, 2 viernes sin salir. Ayer a la noche empecé mi blog porque no salí. Una estupidez, casi tan superficial como la internet y otros aspectos míos (maldita sea, tengo que aceptarlo, soy algo superficial aunque me duela decirlo). Pero soy de esas personas que se empeñan al cien porciento con las cosas. Que se ilusionan con cada boludez. Entonces cuando cada una de estas pequeñas ilusiones se deshacen (que desde un principio había un 80% de posibilidades que no funcione), exploto. Me pongo de mal humor. Ese es el primer paso. Después encuentro en quien focalizar mi enojo. Eso es automático e inconciente. Y, mágicamente, aparecen mamá y papá. Gritos (sólo de mi parte), llanto (sólamente yo), enojo (¡sí! adivinaron. sólamente mío). Los termino con una frase lo más hiriente posible, me voy a mi cuarto, siento una impotencia enorme y les mando un mensaje de texto aún más hiriente. Fuck, recién estamos en abril. ¿Qué me espera para noviembre?

24.4.09

comienzo inconcluso

No soy especial, no soy distinta. Tampoco aspiro a serlo. A decir verdad, a veces creo que sí lo soy. Pero siempre termino chocándome la cabeza contra la pared, una pared con grafitis revolucionarios que gritan a mil colores: no sos especial. Ahora que creo entenderlo, vengo a aburrirlos a todos quienes lean esto. A mujeres (otras más del montón. entendelo, vos tampoco sos especial) que van a abrurrirse con reflejos de sus estúpidas actuaciones, y a hombres, que están hartos de escuchar a las mujeres que los rodean diciendo lo mismo. Miento, no soy una mujer. Soy simplemente una flaca de 14 que se cree que sabe todo de la vida y a la vez sabe que se equivoca. Siempre me pasa eso. Estoy empezando este blog diciendo que sé que no soy especial, pero a medida que vaya haciendo nuevos textos van a ver explícito que sí me creo especial. Y me vuelvo a chocar contra la pared, esta vez una con más grafitis. Así somos todos, nunca entendemos. Ojo: no todos los seres humanos. Los especiales no. Pero los de nuestro grupo... sí. Los que somos una equis en el mundo. Uno más del montón.

follow me

4 8 15 16 23 42