Me encanta la fiesta. Salir de noche, conocer gente. Chicos, más que nada. Estar con mis amigas y cagarnos de risa. Boludear personas, mentirles. Inventar personajes, seducir muchachos. Mentir con la edad y la nacionalidad. Fingir que soy muda. Divertirme pero seriamente, darme vuelta y reirme a carcajadas con mis amigas.
Un chico se me acerca. Me gusta, "está bueno". Después de un rato largo de charla amistosa, primero y después histeriqueo inteligente, le permito darme un beso. Pasan unos segundos y me aburro. No siento nada. No me moviliza nada dentro mío. Meto una excusa y me voy. El chico me persigue. Me dice cosas re lindas, que soy una mina distinta, que se da cuenta que soy simpática e inteligente, que aparte soy linda. Que conmigo se divirtió. Que soy hiper graciosa, que soy diferente a todas. Chamuyo, le digo. Insiste que no. Que es en serio, que si aceptaría algún día ir a tomar una coca. No quiero mentirle y le digo que no sé. Mis amigas me esperan, nos vamos a ir de la fiesta. Le digo que me tengo que ir. Me pide otro beso y yo no tengo ganas. Le digo que chau, que me voy. Me dice que le prometa que vamos a ir a tomar una coca. Le digo que no quiero prometerle cosas que no voy a cumplir, que no sé. Me encaja un beso algo violento y me voy.
No me puse a pensar en el tema mientras caminabamos a la parada del 152, ni mientras nos bajábamos de él. Tampoco mientras esperaba el 141, ni cuando estábamos encima. En esos momentos seguí riéndome como siempre con mis amigas. Recordando momentos hiper graciosos de la noche, picardías de pendejas de quince años.
Pero antes de dormirme, cuando ya le estaba permitiendo a mi conciente descansar y dejar ser al inconciente, en ese momento de transición, sufrí. Y pensé. Me di cuenta que un beso de un extraño, por más tierno que sea, no me satisface emocionalmente. Que me deja vacía así como estoy, que no me llena. En cambio un beso con alguien por quien sentís cosas, alguien que te mueve el piso, alguien que querés y que estás contando los días para verlo, te llena el alma, el corazón, la panza, todo. Te complementa, te reconstruye. Te hace sentir pleno.
Ahora la cuestión es encontrar a alguien que me haga sentir así. Seguiré besando sapos, en ese caso.
Un chico se me acerca. Me gusta, "está bueno". Después de un rato largo de charla amistosa, primero y después histeriqueo inteligente, le permito darme un beso. Pasan unos segundos y me aburro. No siento nada. No me moviliza nada dentro mío. Meto una excusa y me voy. El chico me persigue. Me dice cosas re lindas, que soy una mina distinta, que se da cuenta que soy simpática e inteligente, que aparte soy linda. Que conmigo se divirtió. Que soy hiper graciosa, que soy diferente a todas. Chamuyo, le digo. Insiste que no. Que es en serio, que si aceptaría algún día ir a tomar una coca. No quiero mentirle y le digo que no sé. Mis amigas me esperan, nos vamos a ir de la fiesta. Le digo que me tengo que ir. Me pide otro beso y yo no tengo ganas. Le digo que chau, que me voy. Me dice que le prometa que vamos a ir a tomar una coca. Le digo que no quiero prometerle cosas que no voy a cumplir, que no sé. Me encaja un beso algo violento y me voy.
No me puse a pensar en el tema mientras caminabamos a la parada del 152, ni mientras nos bajábamos de él. Tampoco mientras esperaba el 141, ni cuando estábamos encima. En esos momentos seguí riéndome como siempre con mis amigas. Recordando momentos hiper graciosos de la noche, picardías de pendejas de quince años.
Pero antes de dormirme, cuando ya le estaba permitiendo a mi conciente descansar y dejar ser al inconciente, en ese momento de transición, sufrí. Y pensé. Me di cuenta que un beso de un extraño, por más tierno que sea, no me satisface emocionalmente. Que me deja vacía así como estoy, que no me llena. En cambio un beso con alguien por quien sentís cosas, alguien que te mueve el piso, alguien que querés y que estás contando los días para verlo, te llena el alma, el corazón, la panza, todo. Te complementa, te reconstruye. Te hace sentir pleno.
Ahora la cuestión es encontrar a alguien que me haga sentir así. Seguiré besando sapos, en ese caso.
Gracias en serio, aprecio mucho tu comentario.
ResponderEliminarYo ya estoy harta de los sapos, parece que no se van a convertir en "principes", y el que parecia un "principe" terminó siendo un sapo más!. (yo tenia pensado hacer un post asi, me sacaste la idea de la cabeza!).
ResponderEliminarMe re gusto el post :) besote X
Como no tengo que ser original, ni sentirme presionada solo te voy adecir que me parecio un genial post. A veces nos tratamos de ocupar con cosas que no mutan nuestro vacio, solo lo alimentan. Vaciamente
ResponderEliminaruh, firme con la cuenta de mi mamá.
ResponderEliminarMi blog es http://weekofdanger.blogspot.com
Pregunta interesante la tuya. Si estuviésemos hablando por msn sería un simple "bien". Creo que es más que eso. No se si para bien o para mal. El día de mi última entrada estuve mal. Estuve rara, estuve como hace un tiempo, mal depre, enojada conmigo misma, etc.
ResponderEliminarEstoy normal y eso puede llegar a durar dos segundos o tres dias seguidos.Es decir, estas hablando con una persona muy cambiante.
Me gustaería igual que me digas cual es mi talon de aquiles que dijiste que podes reconocer en mi, porque yo la verdad es que no lo reconosco todavia. que me ayudes no me vendria mal.
en fin gracias por tu comentario y por leer mi blog.
beso!
La verdad no me puedo sentir más identificada con tu posteo! Justo ayer me pasó exactamente lo mismo, salí con mis amigas me cagué de la risa, hablábamos con chicos, boludeabamos que se yo, se me acercó un chico que estaba bueno, hablamos poco, estuvimos, y después me quedé pensando si hice bien en estar con él, no porque me haya quedado enganchada, sino todo lo contrario, porque fue como NADA, como intentar llenar un vacío, llenar un barril con aire. Siempre termina siendo nada, y no sé si quiero seguir besando sapos, quiero al chico sin sapos de por medio.
ResponderEliminarUn beso, suerte!
me encantó el post sinceramente, tendrías que ser escritora jaja :)
ResponderEliminarDecimelo a mi vos recién con 15 años pensas eso y yo con 18 años tendría que haber encontrado al menos uno que se disfrace de principe, y sin embargo sigo obteniendo besos sin sentido , que no me llena para nada y al contrario cada vez me siento mas vacia. Dicen que el amor llega solo, cuando menos te lo esperes pero ¿quien sabe cuanto tiempo hay que esperar?
ResponderEliminary al menos ne mi caso por mucho más que quiera estar con un "principe azul" no voy a agarrar a cualquier peregil que me esté arrastrando el ala (como dicen los ancianos), si tengo que esperar esperaé lo único que espero que la espera no sea muy larga.
jajaja, no se como llege aca, pero con todo lo que escribis , me identifico un monton ,me pasa exactamente lo mismo
ResponderEliminar