31.5.09

envuelta en invierno

según la real academia española, cambio significa: acción y efecto de cambiar. otra vez pienso que los diccionarios son en vano. busco qué es cambio y me dice cambiar. no me rindo, ¿qué es cambiar? la real academia española me explica: quitar el pañal a un bebé y ponerle uno limpio. ja ja ja, esa es una alternativa. me divertí al ponerla. ahora va la verdadera: modificarse la apariencia, condición o comportamiento. bien, ahora empiezo a entender: si eso significa cambiar, un cambio es la acción y el efecto de la modificación de la apariencia, condición o comportamiento. la rae ejemplifica: ha cambiado el tiempo. y me viene como anillo al dedo: después de un veranito movido, frío por doquier.
la acción de este cambio (ya que la RAE cuando le da significado a esta palabra, utiliza "acción" y "efecto"), es inconclusa, extraña. el cambio es veloz y a la vez, tan lento que es imperceptible. de repente me encuentro envuelta en invierno. como si hubiera sido de un segundo al otro, paso a notarlo. pero me doy cuenta que ayer hizo frío también. y antes de ayer también. y la semana pasada, anduve con campera hacia donde me dirigía. ¿cambio lento o rápido? ¿imperceptible o fácil de notar? cambio, punto. rae, la próxima no te olvides de hablar del tema cronológico-temporal, por favor.
el punto es que de un día a otro, de repente, o muy de a poquito, me siento envuelta en invierno. hoy salí a la calle con una remera (metida adentro del pantalón, algo que detesto), un buzo ridículisimo de mickey (de mi mamá, lo amo de todas maneras), un saquito verde de una amiga, y un tapado negro. al tapado le faltaba un botón, por lo que se veía adentro el buzo primero y más arriba el saco verde. estaba cual payaso triste caminando por la calle. pero lo hacía, y no me importaba. ¿quién quiere verse lindo en invierno? ¿quién anda por las calles de villa crespo un domingo a las 11 de la mañana? ¿quién se sube al 106 y le dice al colectivero "hola" antes de decir "hasta el cid campeador, gracias"? ¿quién se sienta y pone las patas (utilizo éste término para que se note lo vulgar que puedo llegar a ser) arriba del caño amarillo para estar más cómoda? ¿quién se desespera cuando llega una llamada (que porcierto es de "mami") y por apurada aprieta el botón rojo en vez del verde? ¿quién toca el timbre una parada después de la que debe hacerlo, aún sabiendo perfectamente dónde tiene que ir? ¿quién baja del colectivo con un saltito tan simpático como idiota?
sí, yo, esa mediocre que se autodenomina X.

12.5.09

ecuador y meridiano de greenwich

Sólo recuerdo que fueron muchas palabras. No entendía lo que me decías, hasta que aclaraste, con cierto mal humor: "que te quiero, equis, quiero estar con vos, no entendés?" Traté de no escucharte. De que no me lleguen tus palabras al corazón, al alma, a la esencia. Focalicé todas mis fuerzas en que mi mente no llegara a asimilar esas palabras. No quería que se me escape un "yo también". No quería notar que sentíamos cosas distintas. Que, a pesar de que los dos dijimos palabras con igual significado, mi amor por vos nunca fue el tuyo por mí. Que tus palabras eran oscuras, tenían otras intenciones, no eran puras. Mi "yo también", que fuera de contexto no significaría nada, era lo más transparente que escuché jamás. Sin vueltas, sin recobecos. Sin secretos ni mentiras. Simple y verdadero.
A partir de ese momento fui feliz, al menos durante un tiempo. Vivir en la mentira es bastante lindo. Pero de las cosas más feas que existen en el mundo está peleando por el primer puesto el caer de la mentira. Volver. Encontrar el cable a tierra es difícil. La caída es aún más. Y dolorosa. Excesiva e incomprensivamente dolorosa. Desde el día en que entendí cómo eran las cosas en realidad, cambió mi forma de vivir. Como primera consecuencia, odio los diccionarios. Las palabras no necesitan un significado por escrito con palabras aún más difíciles que la que se está buscando, si no llegan con sentimiento. Detesto las personas que hablan "con categoría" (yo le llamo hipocresía), que hacen larguísimos discrusos y en realidad, están diciendo sólo un renglón. Odio los que hablan mucho y no dicen nada, exacto. Porque entendí que solamente con una mirada podés decir mucho más. Con un gesto, o con unas palabritas. Fáciles, sencillas, cortitas, de esas que aprendemos a decir antes de los cinco años. Ése es el filtro. Cuando son palabras que un nene de cinco años no entendería, te están guitarreando con el verso de: hablo bien, te estoy diciendo verdades. Sí, hubiera preferido que me digas "te quiero" y no hubieras esperado ese "yo también" que se me escapó casi sin querer. Que te hubieras dado media vuelta y te hubieras tomado el colectivo sin siquiera esperar respuesta de mi parte. Que tu felicidad haya estado en haber dicho lo que sentías y no en darte cuenta que "caí en tu chamuyo barato". Que te hubieras sorprendido (sorprendido de verdad) cuando yo te mandara un mensaje de texto diciendote un "yo también", pero sin arrepentirme. Porque así todo hubiera sido distinto. Pero no, eso no iba a pasar. Porque vos no sos así. A vos no te importa lo que das, no sos feliz con hacer sentir bien al otro. Tu felicidad pasa por vos y por tu ombligo; por tu bienestar y por tu felicidad. Tal vez sí me querías. Pero seguramente no tanto como yo a vos, tu felicidad siempre estuvo primero. Y eso se notó desde tu declaración mal humorada: "quiero estar con vos, no entendés?" (disimulando ese no-sé-qué egoísta)

9.5.09

conjuguemos el verbo: ser

"¿Por qué sos tan insegura, x? Si sos linda, simpática, tenés un cuerpo hermoso, sos una buena mina, sos hiper inteligente..."
Me lo dicen muchas personas. Y yo, siempre igual. No, no me creo fea, ni antipática, ni gorda, ni una mala persona. Tampoco una estúpida. Pero no me creo lo contrario. No me creo. ¿Qué soy, qué somos? ¿Qué es ser? Ser es una elección. Uno elige mostrarse u oprimirse. Pero, ¿se puede elegir qué mostrar? Sí. Está esa cantidad enorme de personas, los falsos, los caretas. Los que te miran y te sonríen, se dan media vuelta y sos un imbécil. Esos que mejor perderlos que encontrarlos. Que te hacen sentir amigo, pero en realidad no les caes bien. "No te tienen que importar, la gente así no vale la pena". Ok, gracias por el razonamiento de mujer de 45 años, ma. Pero a mis catorce (según éste blog hoy es mi cumpleaños, pero mentí. Me siento una 007, me divierto y miento. Es cercano a hoy pero no se me canta decir cuándo) cualquier comentario venenoso me afectan. Los lindos, no. Soy inmune a los elogios. Tal vez por mi personalidad, porque sabemos la cantidad innumerable de adolescentes que se creen cincomil. Yo me creo poco. "Si sos linda, simpática, blabla". Hoy no me preocupo por qué soy o por qué no soy. Hoy me preocupo por ser. Porque esta sociedad que todo el tiempo te mete influencias negativas no me cambie. Por seguir siendo yo a pesar de las críticas y de los falsos ya nombrados. Por no olvidarme nunca de mis orígenes, de quienes me dejaron y dejan ser. Por, al menos un rato al día, olvidarme absolutamente de todos los que me rodean y hacer lo que se me cante sin pensar ni en lo que "se debe" ni en lo que "se puede". Por simplemente dejarme fluir. No quiero perder mi escencia. Soy lo que soy, no tengo que dar excusas por eso. Si quieren hablar, que hablen. Yo hoy, tengo una política que trato de seguir. Que a veces me cuesta, otras ni siquiera me sale. Es difícil hacer oídos sordos a los comentarios venenosos de los pares y hasta adultos más inmaduros que uno mismo. Hoy, mi política se llama como una canción. Qué más que una canción, es un símbolo. Al menos para mí. Let it be !
(Tampoco se dejen engañar... Soy tan insegura que si pudiera ponerse en palabras, no entraría en la cantidad de caracteres que entran para publicar en las entradas. Que no se cuál es. Pero tampoco me lo digan)

7.5.09

¿Qué más quisiera que pasar la vida entera como estudiante el día de la primavera?
Hablando de preguntas idiotas, de las más. No, no es como el día del trabajador para un doctor; tampoco es como el día del arquero para los que somos x. Es diferente, es hermoso. No por ser "el día del estudiante". Si no porque llega la primavera. Porque, haga 30 grados de sensación térmica o menos cinco, vamos a sentir un calorcito difícil de explicar. Distinto a si hoy hace esa temperatura. Porque vamos a ver flores nacer aunque haya una en un millón de flores marchitas. Porque vamos a sentir al sol acompañarnos un ratito más. Es difícil de explicarlo, no sé por qué me tomo el trabajo de ponerlo en palabras si es simplemente una más de esas sensaciones imposibles de describir. El punto es que tampoco sé para qué lo hago: por unos minutos, inconcientemente, me creo que estoy en el 21 de septiembre. Sí, es lindo. Pero cuando ponga "publicar entrada", voy a volver, violentamente, al siete de mayo. Aunque falten pocos días para mis quince años (con catorce estoy bien, ¿para qué?). Maldito siete de mayo. Maldita yo que maldigo todos los días que no se relacionan con el verano y con V. Gesell (porque tengo que aceptar que, en parte, adoro la primavera porque empieza a traer esos vientitos de verano que me demuestran que: falta poco para Gesell).

Soy una más de esas idiotas que no disfrutan su hoy esperando el mañana. Que quieren que pase rápido. Hoy pensaba... suelo decir que quiero estar en quinto año y terminar la secundaria, pero amo como a pocas personas a mis compañeros, me río como sólo lo hago con ellos. Son un pedacito de mí. Cuando se termine la secundaria, ¿qué miérda voy a hacer? Por eso digo, soy una tonta. Estar todo el año deseando que termine, es prácticamente perderlo. No disfrutarlo, tomarlo como un trámite. Y un año no es joda, se vive con ellos cinco en total, ya pasé dos y estoy en la mitad. En el medio. ¡Guau! En el medio de la secundaria. Nunca lo había notado.
Me desvié del tema como siempre. Iba al punto que quiero aprender a disfrutar el hoy. Que la paso excelente, y por momentos digo: qué feliz que estoy siendo, cuánto los quiero. Pero igual sigo esperando las veinticuatro horas llegar al primero de enero para estar disfrutando Gesell. Perdón, es inevitable. Aunque voy a tratar de cambiarlo. Porque así no disfruto nada, ni ésto ni lo que sigue (porque en gesell voy a estar esperando otras cosas pero a corto plazo, por ejemplo: quiero que sea la noche para ir a bailar y verlo. Después: quiero que se me acerque. Después: quiero que me de un beso. Después: quiero que me diga de volver a vernos. Y etcéteras infinitas). Es que el tema no es el contenido, no es qué es lo que estoy disfrutando y qué dejando de disfrutar, si no ES UNA FORMA DE VIVIR. Disfrutar de las pequeñas cosas, amar cada momento, cada risita estúpida, cada palabra con mamá y cada abrazo con papá. Cada grito de mi hermana más grande y cada sonrisita de la más chiquita. Cada buena nota en el colegio y, por qué no, cada reprobado. No sé por qué les está pareciendo que me estoy planteando vivir de otra manera. Sí, me encantaría, y siempre me encantó, por lo que me lo plantee muchas veces. Pero creo que ya no es un defecto mío, si no de la raza humana en general: NO SABEMOS VIVIR EL HOY. SIEMPRE SE QUIERE MÁS, SIEMPRE SE QUIERE OTRA COSA. NO SE VALORA LO QUE SE TIENE, SI NO LO QUE NO.

... No puedo conmigo, ¿pretendo poder con toda una raza y encima de cerrados e ignorantes? Paso. Eso es para quienes sí son especiales.

4.5.09

Una vez más queriendo llenar este espacio sin saber con qué. Encontrándome con este hueco vacío que ni siquiera le interesan mis estúpidas palabras. A nadie le interesan. Pensando qué hacer para no volver a tener viernes sin salir que digan que escribo siempre lo mismo. Sin querer enterarme algo que ya sé, pero no me gusta que me lo digan.
Estuve pensando algunas cosas hoy. Cuando estoy de malhumor es cuando reflexiono, eso es la conclusión uno. La conclusión dos fue llegada justamente porque estuve histeriquísima entonces me colgué a pensar. Mientras caminaba hasta el bondi, arriba de él, mientras me sentaba en el piso porque no había lugar y después me volvía a parar (miss indecisa). Mientras me creía especial (una vez más, y sí, soy más que repetitiva, ya lo sé, Frihol) por estar escuchando música fuerte sin importarme los demás. Cuando sólo estaba siendo una pendejita de catorce que tenía ganas de escuchar su dosis de Casi Ángeles diaria, que quería sentarse en el piso para hacerse la rebelde pero después le dio verguenza.
Soy tan poco distinta, tan poco original, tan igual a todos y tan simple. Tan.., en fin. El punto es que anduve pensando. No llegué a nada, en realidad. Pero ya estoy sorprendida de lo rápido que pasa el tiempo. Ok, las clases empezaron hace dos meses. Ya no doy más, pero pensar en dos meses es una banda comparado con lo rápido que pasó. Aunque no doy más. Repetitiva de vuelta. En mi agenda cada día dice cuánto falta para que terminen las clases. Se me hace más largo así. Pero también se acorta. Es raro. Parece ayer que decía que faltaban 238 días, cuando empecé con esta maldita cuenta regresiva. Y hoy faltan 207. Ok, es un montón. Pero pasaron treinta días y podríamos decir que casi no me di cuenta. Así como pasaron 6 meses de que terminaron las clases el año pasado, y fui infinitamente feliz. Seis meses que transcurrieron rapídisimo, medio año que tampoco me di cuenta. Y tampoco crecí. Ese es el problema. No lo noto yo, tampoco lo nota mi cabeza. Sigo tan estúpida como hace seis meses, y si siempre fue así, como hace un año y así sucesivamente. Quiero no darme cuenta de este tiempo de clases, que pase rápido y llegar a diciembre intacta. Pero crecer. Tal vez sea que para crecer hay que dedicarse a vivir el momento, no esperar que pase. Seguramente sea así. Pero todavía no soy madura como para sacrificar un bien a corto plazo por uno a largo plazo. Tengo catorce. Y, por si no se olvidan a pesar de mis infinitas repeticiones..: soy una más del montón.

follow me

4 8 15 16 23 42