4.5.09

Una vez más queriendo llenar este espacio sin saber con qué. Encontrándome con este hueco vacío que ni siquiera le interesan mis estúpidas palabras. A nadie le interesan. Pensando qué hacer para no volver a tener viernes sin salir que digan que escribo siempre lo mismo. Sin querer enterarme algo que ya sé, pero no me gusta que me lo digan.
Estuve pensando algunas cosas hoy. Cuando estoy de malhumor es cuando reflexiono, eso es la conclusión uno. La conclusión dos fue llegada justamente porque estuve histeriquísima entonces me colgué a pensar. Mientras caminaba hasta el bondi, arriba de él, mientras me sentaba en el piso porque no había lugar y después me volvía a parar (miss indecisa). Mientras me creía especial (una vez más, y sí, soy más que repetitiva, ya lo sé, Frihol) por estar escuchando música fuerte sin importarme los demás. Cuando sólo estaba siendo una pendejita de catorce que tenía ganas de escuchar su dosis de Casi Ángeles diaria, que quería sentarse en el piso para hacerse la rebelde pero después le dio verguenza.
Soy tan poco distinta, tan poco original, tan igual a todos y tan simple. Tan.., en fin. El punto es que anduve pensando. No llegué a nada, en realidad. Pero ya estoy sorprendida de lo rápido que pasa el tiempo. Ok, las clases empezaron hace dos meses. Ya no doy más, pero pensar en dos meses es una banda comparado con lo rápido que pasó. Aunque no doy más. Repetitiva de vuelta. En mi agenda cada día dice cuánto falta para que terminen las clases. Se me hace más largo así. Pero también se acorta. Es raro. Parece ayer que decía que faltaban 238 días, cuando empecé con esta maldita cuenta regresiva. Y hoy faltan 207. Ok, es un montón. Pero pasaron treinta días y podríamos decir que casi no me di cuenta. Así como pasaron 6 meses de que terminaron las clases el año pasado, y fui infinitamente feliz. Seis meses que transcurrieron rapídisimo, medio año que tampoco me di cuenta. Y tampoco crecí. Ese es el problema. No lo noto yo, tampoco lo nota mi cabeza. Sigo tan estúpida como hace seis meses, y si siempre fue así, como hace un año y así sucesivamente. Quiero no darme cuenta de este tiempo de clases, que pase rápido y llegar a diciembre intacta. Pero crecer. Tal vez sea que para crecer hay que dedicarse a vivir el momento, no esperar que pase. Seguramente sea así. Pero todavía no soy madura como para sacrificar un bien a corto plazo por uno a largo plazo. Tengo catorce. Y, por si no se olvidan a pesar de mis infinitas repeticiones..: soy una más del montón.

2 comentarios:

  1. Mira, todos somos repetitivos, Frihol con sus flashes, siempre flashea y mal, yo tmb, mi blog habla de la soledad (caundo me digno a escribir) por que es lo que vivo, como Frihol sus flashes, y vos el ser o no distinta, o madurar no madurar...

    Yo tengo 23 y a los 14 era un idiota, y a los 17, y a los 20 y ahora con 23 creo que tambien, pero menos que cuando tenia 17 y mucho menos que cuando tenia 14, eso te lo marca el tiempo, cuando tengas 17 te vas a dar cuenta que "creciste" y eso creo que ya te lo dije, crecer crecemos toda la vida...

    Ahora opinion personal, todos somos especiales, para alguien, para nosotros, o para muchos, o para pocos...

    A menos claro, que nos dejemos aplastar por el plastico social...

    Pero tooodo es taaaaaaaaaaan discutible que pensarlo cansa

    Bye

    Atte. Alejandro

    ResponderEliminar
  2. me encanta las cosas que escribis y es re loco que tengas 14,te felicito

    ResponderEliminar

sin presiones, acá no tenés que ser original

follow me

4 8 15 16 23 42